Era temprano y hacia frió en el centro de Santiago, queria disfrutar, es la cuarta oportunidad de estar en Chile, y yo tenia toda la mañana para dar unas vueltas por el paseo Ahumada, entonces fui caminando sin saber hasta donde iba, sacando fotos fui jugando con el Sol que llegaba con todo su esplendor por arriba de la Cordillera. Hice la vuelta en el Palacio de la Moneda y saque otras fotos de mi, auto fotos y al fondo los carabineros que dejan entrar los alumnos de colegios visitantes al museo que existe ahí dentro.
Fue asi, sin darme cuenta que crucé la Gran avenida y llegué al memorial de los que cayeron el fatal 11 de septiembre de 1973. Mi cabeza ya estaba confundiendo mis ideas, yo estuve apenas una ves ahí, intente organizar mis pensamientos frenéticos, ubicándome en el tiempo, el año, el DIA, la hora…de repente mire al frente y vi… Aquello que siempre pensé que era un Arco de entrada, si! vi el edificio que atravesaba la calle, mis recuerdos no eran apenas imaginación, entonces corrieron mis lagrimas por una emoción que no supe explicar, fue exactamente allí; mirando de frente al Palacio de la Moneda que mis recuerdos de lo que me pasó ese dia se negaron a volver , quedé parado unos diez minutos con los mismos pensamientos que me acompañan desde el 11; pero hoy no tengo recuerdos, tengo apenas pensamientos
Sacudi rapidamente la cabeza, volvi a mirar el mismo lugar, saque la última foto y me fui de vuelta en busca de mi padre que estaba en la plaza al fondo del Palacio, eran los fruti cultores distribuyendo gratis verduras y frutas, al lado del Green Peace que protestava contra el Hidro-Aysén.
Bueno, después de treinta y siete años fuera de Chile me pregunto; cuantos llantos diferentes del mío, humedecieron estas veredas tratando de entender el día fatal en que el pueblo chileno, guerreo contra el enemigo que también era Chileno; yo nunca entendí, creo que era muy joven…y hoy soy muy viejo para entender, que de tanto tiempo viviendo lejos de mi tierra; hasta el derecho de votar me lo negaron.
