domingo, 16 de dezembro de 2007

Asi salimos de Chile


Mi salida de Chile
Hace tanto tiempo que me preguntan cómo fue mi salida de Chile, y la semana pasada cuando Marcia A. V., que también salió de Penco me hizo la misma pregunta; pensé en Carlos de Méjico, también mi primo Pocho en Penco, su sobrina Carolina, Maria de Canadá, Pablo que esta en Italia, y otros aquí del Brasil que me escriben para saber si aquí es mejor que en Chile, o cómo se hace para ir trabajar en Chile, o apenas saber cómo es que llegué al Brasil.
Bueno, en marzo de l975 yo estaba en el ginnasio de la Crav, e apareció Juan Luengo, que luego me contó que recién había llegado de Argentina, que tenía trabajo y estaba buscando amigos para volver y dividir la pensión, en la hora yo acepte para salir en dos días; salimos del recinto; Juan Luengo, Lelo Maldonado, el flaco fuentes, y yo.
Fuimos en el tren nocturno hasta Santiago, dos dias después salimos para Mendoza en Argentina, los buses llenos de chilenos saliendo en busca de un trabajo y una vida mejor, en Mendoza llegamos de noche y fuimos a una pensión para chilenos, llegando allá estaban todos durmiendo en el suelo, alimentándose de pan y agua, entre todos estaba el Chato Báez (hermano y guitarrista del Tito Báes “Sandro de Penco”) al día siguiente quedamos sin plata para ir a Buenos Aires donde Juan luengo tenia trabajo para todo el mundo. Nos dividimos yo me fui con Juan, porque era experto mochilero y teníamos que llegar antes para arreglar la pensión sin plata; el chato báez se junto al Lelo y al Fuentes. Conseguímos un camión directo para B. Aires, en dos dias de viaje. Cuando llegamos arrendamos dos cuartos y conseguimos trabajo en una fábrica de abrazaderas, estábamos de acuerdo en ir todos los dias a la estación de Pueyrredon (creo que es asi) para ver llegaban los otros tres amigos. Llegaron en tren porque habían vendido las ropas para pagar los pasajes.
Bueno, trabajamos tres meses, y un domingo estábamos tomando unos tragos, entonces les dije que yo iba viajar para me encontrar en el Brasil con mi amigo Ratón Peres, por eso quería viajar en un mes, Juan Luengo dijo que vendría junto conmigo si yo era capaz de viajar mañana, de acuerdo, brindamos a la despedida y al nuevo viaje prometido.
Al día siguiente (lunes) yo estaba durmiendo porque mi turno era en la tarde, de repente el Juan me despertó y dijo que mis papeles del trabajo estaban listos a las l3:00 horas, y con eso tendríamos platitas para viajar al Brasil. Después de recibir el dinero, nos fuimos con maletas y mochilas, antes de comprar los pasajes para San Paulo vimos que tendríamos bus a las 10:30 de la noche, entonces con la guatita roncando fuimos almorzar, almuerzo bien regado a whisky y vino con soda; cerca de las diez de la noche salimos corriendo para comprar los pasajes y la ultima botellita de black horse, al otro día cuando despertamos estabamos llegando al rio Corrientes y era la última parada antes de entrar al Paraguay, ¡ el Juan habia comprado pasajes para el Paraguay!!!!!!!!!
En corrientes Pagamos una semana de Hotel y no dormimos ni una vez, hasta acabar el salario de un mes, y la indemnización junto, ( hasta pagamos mariachis que cantaron en la hora de la farra, solamente para nosotros y las convidadas). Después de una semana fuimos para el puerto y cruzamos en Santo Tomé, era domingo y entramos clandestinos (sin visto) y sin plata, muertos de hambre. asi que llegamos al lado Brasileño salimos para viajar a dedo para San Paulo; cuando de repente comenzaron los tiros que conocíamos bien, las banderas rojas desfilando por la calle: “cheo, los comunistas tomaron el poder, mejor nos escondemos”, me dijo el Juan. Unas dos horas después llegó un brasileño y supo que éramos Chilenos y no teníamos nada con los comunistas, el se puso a reír y dijo que los chilenos seríamos sus convidados; porque Elías Figueroa (que no sabíamos quien era) hizo el gol de triunfo para que el equipo Internacional quedar tri-campeón de fútbol de Brasil y eran los colorados que tenían la fiesta, por eso éramos sus convidados (el Juan dijo que iríamos pedir dinero a Elías Figueroa) nuestro nuevo Ángel de guardia era un ganadero y que venia dos veces por año con su auto hasta Porto Alegre a unos 600 km., la farra y comida era por cuenta de nuestro nuevo amigo.
Fue asi resumidamente que llegamos al Brasil, los primeros días dormimos debajo de puentes y viaductos, después en casa parroquial, posteriormente tuve trabajo, me casé, volvi a la Universidad que termine en l982, nacieron los hijos, fui socio durante 23 años de una pequeña industria de plásticos, no me hice rico, y ahora a los fines de semana ayudo a sacar la mierda de las vacas, mirar las gallinas, pasar el arado o tractorar un pedacito de tierras que tenemos, bien huáso falso en el campo. Mis farras pararon el día de mi casamiento, y que ya eran muchas.
Sobre Juan luengo lo perdí de vista en 1977, cuando hizo amistad con compañeros de trabajo, después aparecio el Ruben Prüssing, hizo un taller de muebles , y en el mes de septiembre de este año volvió para Chile con la esposa. Por último me comunique por carta con René Peres (raton) y también perdi contacto. Ahora creo que unas bonitas pinceladas de mi vida hasta los 23 años quedaron en Chile, Perú, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, y Colombia.

Um comentário:

  1. Wilfredo: ¡Que emocionante la aventura de como llegaste a Brasil, tanto como leer nombres tan conocidos como los que eran tus amigos en ese tiempo, yo los conozco todos,especialmente a Hector Báezy a René Pérez quienes fueron mis compañeros de curso en la 69 allá por los años 62,64,cuando aún éramos niños.
    Muy linda tu historia y me dió mucha alegría y nostalgia ver en ella a personas y lugares que yo también conozco.
    Marcia.

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